

Es el poeta más grande que ha tenido el Perú .Según Martín Seymour Smith, “es el más
grande poeta del siglo XX, en todos
los idiomas”, y según Thomas Merton “es el más grande poeta católico desde Dante y por católico entiendo
universal” .Yo
agregaría que es el poeta más humano que conoce el mundo, porque fue el poeta que interpreta y vive el
dolor humano. El
dolor de los que sufren, el dolor de los nueve monstruos que mueren en la batalla. No en vano lo
consideran universal,
porque no sólo canto el dolor de los peruanos sino el dolor de todos los pueblos del mundo. Nació en
Santiago de Chuco,
departamento de la Libertad en plena zona andina y murió en Paris un día que fue anunciado por el poeta
cuando decía: Me
moriré en Paris con aguacero…
Su obra poética ,literaria y periodística es vasta. Cultivó todos los géneros literarios: poesía,
novelas, cuentos,
reportajes periodísticos; pero sus obras son clasificadas en tres momentos: Modernista, Vanguardista y
Revolucionaria.
Los Heraldos Negros es el poemario que reúne un conjunto de poemas hermosos que tienen la influencia de
Rubén Darío,
padre del modernismo, Trilce es otro conjunto de 09 poemas que tienen el acento vanguardista, que
reclama originalidad,
libertad creativa del poeta, razón por la cual fue observada por críticos conservadores como Luis
Alberto Sánchez. El
tercer momento esta constituidos por Los Poemas Humanos, España aparta de mi este cáliz, la novela
Tungsteno, Rusia en
1931, y otros cuentos .Por la estrechez del espacio sólo vamos a glosar dos poemas más leídos y más
humanos.
PIEDRA NEGRA SOBRE PIEDRA
BLANCA
Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París ?y no me corro?
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.
Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.
César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...
IDILIO MUERTO
Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí;
ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.
Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir;
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir.
Qué será de su falda de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de mayo del lugar.
Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
y al fin dirá temblando: «Qué frío hay... Jesús!»
y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
El poeta a su amada
Amada, en esta noche tú te has crucificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.
En esta noche clara que tanto me has mirado,
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.
Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.
Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.
Los Nueve Monstruos
Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.
Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto cariño doloroso,
jamás tanta cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.
Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rosseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.
El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más).
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardido!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tanto cajón,
tanto minuto, tanta
lagartija y tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!
Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
¡Ah! desgraciadamente, hombre humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.
3 de noviembre de 1937.
Fue realmente el poeta cantor de América, amigo de Rubén Darío, de estilo modernista .Literariamente fue
un poeta
mestizo sentimentalmente, Su producción literaria está llena de sentimiento épico y nostálgico. Entre su
mejores poemas
épicos figura: Blasón, Los caballos de los conquistadores, ¡Quién sabe señor!, pero su producción
poética es grande. Fue
asesinado por un enfermo mental en Santiago de Chile.
Blasón
Soy el cantor de América autóctono y salvaje:
mi lira tiene un alma, mi canto un ideal.
Mi verso no se mece colgado de un ramaje
con vaivén pausado de hamaca tropical…
Cuando me siento inca, le rindo vasallaje
al Sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje
parecen mis estrofas trompetas de cristal.
Mi fantasía viene de un abolengo moro:
los Andes son de plata, pero el león, de oro,
y las dos castas fundo con épico fragor.
La sangre es española e incaico es el latido;
y de no ser Poeta, quizá yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.
¡Quien sabe señor!
Indio que asomas a la puerta
de esa tu rústica mansión,
¿para mi sed no tienes agua?,
¿para mi frío, cobertor?,
¿parco maíz para mi hambre?,
¿para mi sueño, mal rincón?
¿breve quietud para mi andanza?...
—¡Quién sabe, señor!
Indio que labras con fatiga
tierras que de otro dueño son:
¿ignoras tú que deben tuyas
ser, por tu sangre y tu sudor?
¿Ignoras tú que audaz codicia,
siglos atrás, te las quitó?
¿Ignoras tú que eres el amo?
—¡Quién sabe, señor!
Indio de frente taciturna
y de pupilas sin fulgor,
¿qué pensamiento es el que escondes
en tu enigmática expresión?
¿Qué es lo que buscas en tu vida?,
¿qué es lo que imploras a tu Dios?,
¿qué es lo que sueña tu silencio?
—¡Quién sabe, señor!
¡Oh raza antigua y misteriosa
de impenetrable corazón,
y que sin gozar ves la alegría
y sin sufrir ves el dolor;
eres augusta como el Ande,
el Grande Océano y el Sol!
Ese tu gesto, que parece
como de vil resignación,
es de una sabia indiferencia
y de un orgullo sin rencor...
Corre en mis venas sangre tuya,
y, por tal sangre, si mi Dios
me interrogase qué prefiero,
cruz o laurel, espina o flor,
beso que apague mis suspiros
o hiel que colme mi canción—
responderíale dudando:
—¡Quién sabe, Señor!
Notable poeta, el mejor decimista del Perú, nacido en La Victoria- Lima y muerto en Madrid; es autor de
una copiosa obra
poética. Fue además periodista, artista y presentador de un programa en el Canal América Tv. en el que
con gran sentido
patriótico promovía el entendimiento entre el negro y el indio, el encuentro entre todos los peruanos.
Entre las décimas
más celebradas figuran: Ritmos Negros del Perú, A cocachos aprendí, Indio, La pelona, Al fondo del
socavón.
RITMOS NEGROS DEL PERÚ
Ritmos de la esclavitud
contra amarguras y penas.
Al compás de las cadenas
Ritmos negros del Perú.
De África llegó mi abuela
vestida con caracoles,
la trajeron los españoles
en un barco carabela.
La marcaron con candela,
la carimba fue su cruz.
Y en América del Sur
al golpe de sus dolores
dieron los negros tambores
ritmos de la esclavitud
Por una moneda sola
la revendieron en Lima
y en la Hacienda “La Molina”
sirvió a la gente española.
Con otros negros de Angola
ganaron por sus faenas
zancudos para sus venas
para dormir duro suelo
y naíta´e consuelo
contra amarguras y penas...
En la plantación de caña
nació el triste socabón,
en el trapiche de ron
el negro cantó la zaña.
El machete y la guadaña
curtió sus manos morenas;
y los indios con sus quenas
y el negro con tamborete
cantaron su triste suerte
al compás de las cadenas.
Murieron los negros viejos
pero entre la caña seca
se escucha su zamacueca
y el panalivio muy lejos.
Y se escuchan los festejos
que cantó en su juventud.
De Cañete a Tombuctú,
de Chancay a Mozambique
llevan sus claros repiques
ritmos negros del Perú.
Cómo has cambiado, pelona
20-02-1959
Cisco de carbonería
te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,
y tu cabeza de bruja
la amarraste con peinetas.
Por no engordar sigues dietas
y estás flaca y hocicona.
Imitando a tu patrona
has aprendido a fumar.
Hasta en el modo de andar
cómo has cambiado, pelona.
Usas reloj de pulsera
y no sabes ver la hora.
Cuando un negro te enamora
le tiras con la cartera.
¡Qué...! ¿También usas polvera?
permite que me sonría.
¿Qué polvos se pone usía?:
¿ocre? ¿rosado? ¿rachel?
o le pones a tu piel
cisco de carbonería.
Te pintaste hasta el meñique
porque un blanco te miró.
"¡Francica, botá frifró
que son comé venarique...!"
Perdona que te critique,
y si me río, perdona.
Antes eras tan pintona
con tu traje de percala
y hoy, por dártela de mala
te has vuelto una negra mona.
Deja ese estilo bellaco,
vuelve a ser la misma de antes.
Menos polvos, menos guantes,
menos humo de tabaco.
Vuelve con tu negro flaco
que te adora todavía
Y si no, la policía
te va a llevar de la jeta
por dártela de coqueta
con tanta huachafería.
Al compás del socavón
Al compás del socabón
con décimas del Perú
conserva la tradición.
Nicomedes Santa Cruz
Y dice así:
Cuando con amor profundo
yo le canto a mi país,
soy el hombre más feliz
que pueda haber en el mundo.
Aquel precioso segundo
que llaman inspiración
lo dedico a mi nación
cantando a mi suelo amado
Décimas de Pie Forzado
al compás del socabón.
Van trazando mi camino
nuestras criollas estampas:
como le inspiran sus pampas
al payador argentino,
como cantara el beduino
a su famoso laúd,
como coplero andaluz
o trovador italiano
yo canto como peruano,
con décimas del Perú.
Al misterioso conjuro
de los criollos que han muerto,
de los que fueron expertos
en cantar al arte puro,
se hace mi cerebro oscuro
fuente de iluminación.
Por tal reencarnación
quien otros terrenos pise
escucha una voz que dice:
«Conserva la tradición…».
Con décimas y cuartetas
cantemos a nuestra tierra
que toda América encierra*
un corazón de poeta.
Nunca esté la mente quieta
mientras brille aquella luz.
Como se quiere a Jesús
así querramos lo nuestro.
Lo pide un servidor vuestro:
Nicomedes Santa Cruz.
Indio de la cordillera (o Indio)
Indio de la cordillera,
en tu desconfianza pienso,
pero penetrar quisiera
a tu corazón inmenso.
Comprendo tu desconfianza
y en verdad no te censuro,
hay en tu pasado obscuro
cuatro siglos de asechanza…
La promesa de bonanza
y la arenga patriotera
no cuajan en tu sesera,
te muestras irresoluto
y entonces te creen bruto,
indio de la cordillera.
¿Indio? No: ¡Americano!
Voy hacia tu muda queja,
acerca a mi voz tu oreja
que no hablaremos en vano:
Yo, tu hermano; tú, mi hermano,
frutos de un dolor intenso…
Si hablando no te convenzo,
si escuchando te hago mal,
más que en justicia social
en tu desconfianza pienso.
Hierve con sordo murmullo
la sangre en tu pecho estoico
mientras altivo y heroico
va solitario tu orgullo.
Quiero luchar por lo tuyo
como que si mío fuera.
Déjame gritar siquiera
tus tristezas en mi canto.
No tiene puertas tu llanto
pero penetrar quisiera.
Por la legendaria guerra
juntos, muy juntos, llorar;
secar el llanto y luchar
y reconquistar la tierra.
En costa, montaña y sierra,
sin un hermano indefenso
perforar un surco extenso,
enterrar el mal pasado,
y revivir abrazado
a tu corazón inmenso.
Es el poeta latinoamericano más celebrado, por su copiosa producción poética cargada de profundos
sentimientos humanos,
canta al amor y también ensayos sociológicos y políticos de carácter socialista, humanista.En su tierra
El Parral, en la
provincia de Temuco, al sur de Santiago de Chile, entre Concepción y Valdivia.
Realizó su estudios de Primaria y Secundaria en Temuco. Luego viajó a Santiago de Chile para seguir
estudios de
Pedagogía en la Mejor Universidad de Chile, la Universidad de Chile. Perteneció al Partido Comunista
chileno, fue
diplomático, y Senador y candidato a la Presidencia de la República, pero renunció a favor de Salvador
Allende quien
ganó las elecciones .Fue distinguido doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford. Recibió el
Premio Nobel de
Literatura en 1971.
Sus principales obras publicadas fueron:
• Crepusculario. Santiago, Ediciones Claridad, 1923.
• Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Santiago, Editorial Nascimento, 1924.
• El habitante y su esperanza Novela. Santiago, Editorial Nascimento, 1926
• España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra: (1936–1937). Santiago, Ediciones
Ercilla, 1937.
• Canto general. México, Talleres Gráficos de la Nación, 1950.
• Todo el amor. Santiago, Editorial Nascimento.1953
• Odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1954
• Tercer libro de las odas. Buenos Aires, Losada, 1957.
• Cien sonetos de amor. Santiago, Editorial Universitaria, 1959.
• Canción de gesta. La Habana, Imprenta Nacional de Cuba, 1960
• Fulgor y muerte de Joaquín Murieta. Santiago, Zig-Zag, 1967
• La rosa separada. Éditions du Dragon, París, 1972 con grabados de Enrique Zañartu.
• Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena. Santiago, Empresa Editora Nacional
Quimantú, Santiago,1973.
20 Poemas de amor y una canción desesperada
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Nació en Lima y estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde obtuvo el grado de
doctor y fue
director de la Escuela Académico-Profesional de Comunicación Social de la Facultad de Letras y Ciencias
Humanas.
Ha publicado La memoria del aire (1965), Travesía tenaz (1965), Crónicas (1967), Orden del día (Buenos
Aires, 1968),
Nueve poemas (1969), 14 y un sonetos (1971), Calendario (Valparaíso, 1972) en colaboración con Nana
Gutiérrez, A la
altura del hombre (1971; antología de sus poemas políticos), Sus mejores poemas de amor (1971),
Autoelegía (1971),
Nuevos poemas de amor (1971), Telegramas (1971), Admonición (1977), Sobre los ojos (Ediciones Capulí,
Lima, 1981),
Elegía (, Lima, 1981; poemario dedicado a su padre muerto), 40 poemas de años (1981), Animal de amor
(1981), La capital
del corazón (1988), 50 poemas de años (1991), Homenaje a Mózart y al cine (1991), Hacer el amor (y otros
poemas 1997),
Poemas de amor (1998), Manual de poesía amorosa (Ediciones del Nuevo Siglo, 1998). Asimismo, la edición
102 (1996) de
Haraui y la 164 (1998) de La tortuga ecuestre están dedicadas íntegramente a su poesía. Sus obras han
sido traducidas
han sido traducidas al Inglés, Francés, alemán, coreano y búlgaro.
PADRE POEMA HOMENAJE
Ad portas de la celebración del “Día del Padre”,
Me permito enviarles un texto al respecto
A MI PADRE LO VEO
A mi padre lo veo entre el escombro
De tanta y tanta vida ya caduca:
Su rostro ya no tiene los arcanos
Que alguna vez mis ojos pastorearan.
Todo se está volviendo muy sencillo:
Este claro lenguaje de mi origen
Y la risa rosada de mi madre.
Tantas casas y voces y penumbras
Y la misma distancia nos engulle.
¡Nunca pude acercarme a quien me diera
Con sus brazos antiguos el encargo
De imantar estas horas, este día!
¡Qué lejos estuvimos y afincados
En el mismo letargo, padre mío!
Tú en las jibas ariscas del oficio
Que malgrado, tenaz, te espolvoreara:
Y el poeta imprecaba mientras tanto
Atascado en los vientos que te herían.
Alguna vez, a veces, platicamos
Ya no recuerdo, padre, en qué dialecto.
Nuestras voces jamás zarparon juntas
Bajo el zafio sistema de las horas.
Sin embargo, de lejos, yo atisbaba
Que mis pasos contigo discurrían.
¡Cuántas veces viví lo que viviste:
Desempeñé tu oficio, tus caídas.
Yo sentía que el viento me apilaba
En tu intacto rincón reconocido:
Esta voz, esta frente y estas simas,
Eran tuyas, totales, sin ambages.
El tremedal del alba y sus verdades
Devolvía a mis ojos tu hornacina:
Tus carencias que entonces comprendía
Encalladas en mí sin duda alguna.
¡Por todo lo que entonces no dijimos
Hoy comienzo a cantar de aqueste modo!
Winston Orrillo
Lima, Perú, 1968
MADRE
(1975)
Tu imagen amoblada
De palomas
Me viene cada tarde
Ya sin tiempo.
Por roquedales
Fue la vida mía
Mas siempre a mi costado
Tus canciones: la tu voz
De solsticio de verano
El almácigo amor que repartías
Y la vihuela azul de tus caricias
(aunque yo fuera réprobo
A menudo).
Madre, ¡cuánto hospital
En tantos meses!
Y cómo fue la muerte
Nuestro fleco
Y le hicimos adiós
Juntos entrambos.
Pues nuestro amor
Bisagra fue
De manantiales:
De la fuente
Lustral de vida eterna.
A MI MADRE (IN MEMÓRIAM)
Como un ángel dormido
Se me murió mi madre.
Ya vive en ese cielo
Que inventan los poetas:
¡Sus hijos naturales!
Ya escudriña corolas
Caléndulas azahares.
Ya es pura que ella era
Sin tregua y coruscante.
Es mentira que ha vuelto
A la tierra especiosa:
Ella es fruta celeste
Y virgen nacarada.
Ante sí las campanas
Del día suenan fiesta.
Y es frutal su sonrisa
De nívea caracola.
Mi madre es carabela
Y yo la travesía de mi vida
La he hecho a bordo
De sus sueños:
Melados y fulmíneos.
Hoy yo, febricitante,
la veo transmigrarse
¿En qué galaxia ingrávil
Tú moras, madre mía?
Y ¡qué compartimento
Del Empíreo está presto
Para que lo decores!
Prendo los candelabros
Del cielo, amada
Estrella; y ya no habrá penumbra
A tu paso de cántaro,
de aldaba y atalaya
¡Madre, sólo tú sabes
Cómo
matar la muerte!
La Calera, Lima, Perú, 29 de octubre de 2003
A mí francamente no me ha sorprendido hayas pedido que los peruanos, votemos en la segunda vuelta
electoral por Keyko
Fujimori Iguchi. Lo primero que debo pedirte públicamente es que vengas al Perú a votar para ser
coherente entre lo que
dices y haces. Si eres leal entre lo que piensas y pides que hagamos, deberías venir para exponer y
defender tus ideas,
por qué debemos votar como dijiste: La hija de un ladrón y asesino no puede ser presidenta”. Tendrías
sin duda una gran
cobertura. Cualquier transnacional pagaría pasajes, alojamiento y gastos de representación, tal como
sucede cuando te
desplazas para provocar iras de sectores progresistas y defender al sistema neoliberal. No puedes negar
las ventajas,
prestigio y fortuna te ha proporcionado ese hecho. Todo el mundo sabe que te has erigido como uno de los
ideólogos más
apasionados del sistema. Pero nada es gratis. Tú no eres un “intelectual barato”. Eres uno de los
intelectuales más
caros del mundo.
Qué fácil es llamar para que voten por Keyko Fujimori a los electores peruanos. Pero si tú no votas por
la edad que
tienes, ¿cómo se te ocurre llamar “mal menor” a la candidatura de Fujimori? Como si no tuviéramos
memoria histórica,
capacidad crítica y amor al Perú. Escribir desde Madrid para defender a una persona rapaz, amoral como
ideológicamente
huérfana, mejor dicho por una dinastía delincuencial que tanto combatiste, ahora resulta aberrante tu
pedido. Una
pregunta que llega sola es, Mario: ¿En qué momento te jodiste? Ocurre que te has jodido varias veces.
Ese ensayo todavía
falta escribir.
Lo peor es que además de habernos jodido con tus recomendados políticos y constantes como desacertadas
opiniones, todos
los mandatario que cobijaste, están procesados por ladrones. Y ahora pretendes jodernos mucho más
todavía. Bueno sería
que te jodas solo. Pero no, quieres que el Perú se joda otra vez. Pero ahora mucho más. De modo que yo
sí te pido: No
jodas Mario. Recapacita, no es tarde. Si no lo haces por lo menos cállate y no jodas. Si quieres
joderte, jódete solo.
No nos jodas a nosotros que ya tenemos bastante de habernos jodido.
No está en discusión el hecho que por tu talento literario, evidente militancia, ideólogo y permanente
defensor del
sistema neoliberal, te hayan otorgado el Premio Nobel de Literatura en el año 2012. No discuto tu
capacidad para
escribir crítica literaria, de la que se puede discrepar, pero no negar tu talento literario. Tus libros
Conversación en
la catedral, La guerra del fin del mundo, Historia de un deicidio, La casa verde, serán siempre leídos.
Los demás son
pura chauchilla. ¿No sabes acaso que sistemáticamente he has ganado un evidente rechazo y desprecio por
tus desaciertos
e incoherentes opiniones políticas? Sí, lo sabes pero no te importa.
Tal parece que te has olvidado que tu patrocinada está procesada por varios delitos: La fiscalía ha
demostrado que
Fuerza Popular es una organización criminal. El juez Carhuancho pidió prisión preventiva para tu
candidata por presunta
cabecilla y recibir miles de dólares de Odebrech. Es una organización mafiosa conformada por Vicente
Ignacio Silva Checa
(asesor oculto vinculado a Vladimiro Montesinos), Pier Paolo Figari Mendoza y Ana Rosa Herz. En cuanto a
los aportes de
los cocteles, está demostrado que todo fue una farsa. Fuerza Popular blanqueó dinero de origen ilícito
para las campañas
electorales de 2011 y 2016. Se trata de S/ 4’383,591, no se consignó nombres de aportantes. Keiko
Fujimori, como
presidenta del partido, es responsable de los actos delictivos. Se ordenó al congresista Rolando
Reátegui consignar
aportantes falsos. Basta, es un tema muy conocido.
¿De dónde han emergido los votos para Pedro Castillo? De varios segmentos concretos: trabajadores
mineros y sus
familias. El canon que pagan las mineras al Estado como a las comunidades campesinas es un engaño. Han
votado por
Castillo profesores de primaria y secundaria con sueldos miserables. Campesinos empobrecidos por el
sistema neoliberal.
Los jóvenes del Bicentenario. Las familias pauperizadas como consecuencia de los desaciertos y falacias
de Vizcarra y
Sagasti. Esa votación no cambiará, más bien crecerá en la medida que sigan atacando con falacias a
Castillo, nadie cree
en el poder mediático, desprestigiado por tanta corrupción, manipulación y chantaje. El terruqueo por
ser una impostura
le dará más votos, ya verás.
No olvido Mario, las entrevistas que te hice para la Revista “Oiga”, cuyo director era Francisco
Igartua. En ese tiempo
eras un revolucionario doctrinario, “convicto y confeso”. Hablamos sobre Carlos Oquendo de Amat y
sugeriste que
escribiera su biografía. Y así lo hice. Jamás iba a imaginar que el tiempo y necesidad de pertenecer a
la clase
dominante, te cambiará tanto. Debo decir además que en mi libro “Los abismos de Vargas Llosa” (Editorial
Cultura
Peruana, Lima, 2017), he demostrado tu militancia comunista en el Grupo Cahuide, cuando eras estudiante
cachimbo en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sé por un amigo común que dijiste: ¿De dónde habrá sacado José
Luis Ayala,
tanta información?
En fin, deberías venir para defender lo indefendible. Para demostrar que tienes razón y te has propuesto
joder una vez
más al Perú. Ahora sí: Tu opinión ha sido muy mal recibida pero celebrada por la derecha cavernaria,
incapaz de haber
forjado una República, una sociedad menos pobre y angustiada. Pero si quieres joderte otra vez, jódete
solo. No
comprometas a las grandes mayorías. Jódete y no nos jodas a nosotros. Para ti es bien fácil joder, pero
todo tiene su
límite. Como sigas jodiendo, nadie leerá tus libros. Entonces, no jodas.
Biografía
Nació el 19 de diciembre de 1926 en Trujillo y murió el 27 de mayo de 2008, en Lima, sus nombres y
apellidos de pila fueron: Alejandro Romualdo Valle Palomino. Nacido en un hogar de clase media, y en una
época de convulsiones sociales, por la presencia de dos movimientos socio-políticos como el APRA de
Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui impulsor del socialismo científico, su formación
social estuvo orientado a las humanidades, Literatura, ciencias sociales y Ciencias de la comunicación.
No tuvo el mismo prestigio de los poetas de su generación como Washington Delgado o Sebastián Salazar
Bondy, pero fue autor de: La Torre de los alucinados, Ni pan ni circo, Poesía Concreta, etc. Tuvo la
influencia del modernismo, pero sobre todo de los poemas humanos de César Vallejo. El Canto Coral a
Túpac Amaru, nace de la influencia, de España aparta de mi este Caliz o Los siete Monstruos, et al. por
ello el Canto Coral a Tupac Amaru, crece tanto como los poemas humanos de César Vallejo. HÑP