

En la era del conocimiento, de la globalización y de la sociedad consumista, los valores universales por los cuales
muchos hombres se sacrificaron y dieron la vida por un mundo mejor, han caído al más bajo nivel en toda la historia
de
la humanidad. Aparentemente vivimos en el siglo de los derechos humanos, se han creado organismos internacionales
como
la ONU y dependencias como la UNESCO, la OIT, la OMS, UNICEF, la FAO, etc. para garantizar la paz, la
confraternidad, la
educación , el trabajo, la salud, la protección de la niñez, y la alimentación dignos, pero la realidad es otra. Hay
un
doble discurso generalizado en todos las esferas del gobierno sea regional, nacional o mundial. Casi todos hacen
discursos elocuentes sobre la paz, la armonía, la solidaridad, el respeto mutuo, el derecho a la educación, la
salud, la
alimentación, la vivienda, la dignidad humana, pero en la práctica hacen todo lo contrario; por ejemplo no es
edificante
que el Secretario General de la ONU, Kofi Anam, que está llamado a garantizar la paz mundial ,se calle en todos los
idiomas frente a la guerra injusta contra el pueblo iraquí, y lo peor es que ni siquiera haya tenido el valor de
renunciar, a cargo tan importante.
Cuáles son las causas de esta debacle moral?, sin duda son muchas, pero creo que la más importante es la hegemonía
del
espíritu capitalista salvaje, es decir el dominio de la filosofía pragmatista, promovido por las grandes
corporaciones
multinacionales y sus ideólogos que preconizan la globalización y el neoliberalismo, que desdeña los valores morales
y
promueve los valores económicos, estéticos, científicos, tecnológicos, vitales etc. Brevemente recordemos que el
pragmatismo, que tiene sus raíces en el utilitarismo de Jeremías Bentham, pero han sido renovados en el siglo XX,
con
mayor cinismo por William James, quien plantea que todo lo que es útil es bueno, que la verdad es todo lo que
funciona
mejor para nosotros, o para nuestros intereses; de esta manera se elogia a los hombre cínicos que son prácticos, que
no
son ilusos. Por esta vía prgamatista muchos ambiciosos han llegado a vender a sus hermanos y a traicionar a sus
amigos.
Otro grandísimo cínico y pragmático es Alvin Toffler autor del Shock del Futuro, La Tercera Ola, etc, quien clama
por
una reforma de la educación, que no tenga nada que ver con los valores y que se oriente más bien a revolucionar la
educación.
Finalmente, otra de las causas de la crisis de valores es porque no se ha enseñado adecuadamente los valores, hemos
"estudiado" los valores, "nos han enseñado" los valores, incluso hasta nos han evaluado, pero los valores no se
internalizaron en nuestra conciencias, porque jamás tuvimos vivencia de valores, la educación en todos sus niveles
jamás
han proporcionado vivencias de valores.
Es hora pues que reflexionemos como recuperar los valores de antaño, es decir el amor a la justicia, la libertad, la
verdad, la belleza, la santidad, la paz y la dignidad humana. Para ello debemos desechar las estructura curriculares
impuestas por el Banco Mundial durante la década del 90, bajo el disfraz de asesoramiento de expertos, ya que estas
estructura curriculares privilegian los conocimientos y las competencias factuales y descuidan las actitudes y la
vivencia de valores, como magistralmente ha planteado el Dr. Walter Peñaloza, en sus obras, pero sobretodo en :"Los
Propósitos de la Educación".
En otro artículo abordaremos el problema de los objetivos de la educación que pomposamente los constructivistas, de
nuevo tipo, han pretendido cambiar por las competencias, como si las competencias abarcara también los
conocimientos,
las actitudes y las vivencia valorativas.
Ahora sólo nos preocuparemos de los valores que es un objetivo fundamental en la educación sea formal o informal, en
la
educación convencional como en la virtual. De nada sirve que la escuela en todos sus niveles sólo aspire a dotar a
sus
alumnos de una buena cabeza que piense y reflexione o de buenas manos que manipulen instrumentos sofisticados si su
corazón está alejado de la búsqueda de la justicia, la verdad, la libertad, la solidaridad, la belleza, la
generosidad,
la santidad, la entrega y sacrificio por la humanidad. De qué nos sirve, por ejemplo, la eficiencia de profesionales
como Vladimiro Montesinos, Alberto Fujimori, Nicolás Hermoza, Martha Chávez, Nélida Colán, Víctor Joyway, Francisco
Tudela, Absalón Vasquez, Portillo, Martin Rivas, César Almeyda y otros que se encuentran en la cárcel o han salido
de
ella, cuando han pisoteado los derechos humanos, han atentado contra la vida de las personas, han robado, han
coimeado,
han traicionado a la patria, se han asociado para delinquir contra el Estado y la nación?.
Desarrollemos el gusto por la música clásica
Es necesario pues una reforma de la educación, que no sólo resuelva el problema de las no pertinentes estructuras
curriculares sino también el problema del maestro y por ende el problema de la metodología, que son cruciales en la
baja
calidad de la educación actual. Mientras tanto creo que la escuela debe promover el gusto por las artes, en especial
de
la música folclórica y clásica porque es una fuente permanente de valores. Sin embargo cabe aclarar que estamos
proponiendo el gusto por la música clásica , es decir una vivencia por el valor de belleza expresada a través de
sonidos, ritmos, formas y estructuras musicales y no su estudio y evaluación, como equivocadamente hacen algunos
profesores de música.
En este sentido cabe mencionar la experiencia de La Cantuta, como modelo de conducción de las Actividades, que no
son
cursos ni asignaturas sino realmente actividades cuyo objetivo es el goce y fruición estética, ya sea mediante las
artes
plásticas, la música, el canto, la danza, el teatro, los títeres, etc. Gracias a estas actividades los alumnos de
aquella época aprendimos a vivir experiencias de corte estético. Yo me acuerdo que gracias a las actividades
musicales
conocí a los grandes compositores de la música clásica como: Gioachino Rossini, Giuseppi Verdi y Ludwig Van
Beethoven.
Cuando empecé a trabajar como profesor en la G.U.E "Gonzáles Vigil", Huanta-Ayacucho, en 1963, adquirí poco a poco
las
composiciones más hermosas de estos clásicos como: "El Barbero de Sevilla", "Guillermo Tell",de Rossini;
"Nabuco","Aída"
y "Rigoletto" de Verdi; " La Quinta Sinfonía", "la Novena Sinfonía", llamada Coral de Beethoven; "Las Danzas
húngaras"
de Johannes Brahms. Desde entonces a la fecha he enriquecido mi colección de discos, disquetes y CD con temas de
Wolfgang Amadeo Mozart, Richard Wagner, Francisco Schubert, Juan Sebastian Bach, Carlos Debussy, Antonio Vivaldi,
Piotr
Illich Chaikovsky, Rimsky-Korsakov, Federico Smetana, Félix Medelssohn, Federico Chopin, entre otros.
Por qué promover la música clásica?, porque no hay nada tan hermoso, tan limpio, tan profundo, tan emocionante y tan
tierno como la música clásica, sobretodo aquellas formas musicales puras que expresan mucho sólo con el dulce sonido
de
los instrumentos , el ritmo y el compás conjugado por los músicos y el director de orquesta. Yo prefiero las
sonatas,
como "Claro de Luna" de Beethoven; "Marcha Turca", "Pequeña serenata nocturna" de Mozart; las sinfonías como "La
Quinta"
y la "Coral" de Beethoven, "La Patética, "Sinfonía N°4" de Chaikovsky; las oberturas como:"El Barbero de Sevilla",
"Guillermo Tell", "Las muchachas italianas en Argelia",de Rossini; "La Boda de Fígaro" de Mozart; las óperas como
"Nabuco","Aída", "Rigoletto" de Verdi; "Eugenio Oneguin", de Chaikovsky; "El Anillo del Nibelungo" con cuatro temas:
El
oro del Rhin, Las Valquirias, Sigfrido y El Ocaso de los Dioses, de Wagner, y los conciertos, como Concierto para
piano
N°1 de Chaikovsky, etc.
La música clásica es como una catarsis, que purifica al ser humano de la contaminación social, de la vivencia de
antivalores, que se difunde por los medios de comunicación masiva, sobretodo por la TV. Nosotros debemos seguir el
ejemplo de los griegos, quienes hacían su catarsis, asistiendo a las representaciones de las hermosas tragedias de
Esquilo, Sófocles y Eurípides..
En un próximo artículo presentaremos las obras musicales de los más grandes maestros como Vivaldi, Mozart, Chopin,
Beethoven, Rossini, Schubert, Mendelssohn, Verdi, Wagner, Liszt, Brahms, Chaikovsky, Rimsky-Korsakov, Smetana,
Strauss y
otros.
Abancay, 5 de enero de 2005.